La Universidad eslovena de la tercera edad (Slovenska univerza za tretje življenjsko obdobje) es una organización paraguas y una red nacional que permite a las personas mayores experimentar un crecimiento personal, iniciar una nueva carrera y permanecer incluidas en la sociedad. Desde 1984, la Universidad eslovena de la tercera edad ha crecido hasta convertirse en una red que actualmente cuenta con 55 universidades en toda Eslovenia, con más de 21 000 estudiantes, 1000 mentores y 1000 voluntarios. Ya en 1984, comenzó a construir una educación y un arte socialmente comprometidos que conducen a un mejor desarrollo local y a prácticas sociales innovadoras que mejoran la vida personal y la vida en comunidad de las personas mayores.
Los principales campos de actividad de la U3A eslovena son: la educación para diferentes grupos de personas mayores, la formación de expertos en el campo de la educación de adultos, la geragogía y la gerontología social, así como el voluntariado en la cultura. Cuenta con un centro de recursos especializado en la educación de adultos mayores y otros temas relacionados con las personas mayores. Está especializado en la investigación y el desarrollo de programas educativos a medida para personas mayores, campañas públicas, formaciones internacionales, etc. Tiene su propio Instituto de dislexia centrado en las ventajas de las dificultades específicas de aprendizaje en niños, adultos y mayores.
Hasta ahora ha participado en más de 30 proyectos comunitarios, nacionales y de otro tipo, todos ellos en el ámbito de la educación de adultos mayores, el aprendizaje intergeneracional, la comunidad local y sus otras áreas de investigación o las intervenciones andragógicas, la dislexia, la educación en línea, etc. Es miembro de las organizaciones internacionales ESREA, EURAG, y cofundador de DANET, etc.
Desde el punto de vista de la U3A eslovena, la educación en la tercera edad es una forma de prevenir la exclusión social, una forma de vida decente y de contribución en la tercera edad. También es una forma de conseguir una mayor justicia social a nivel distributivo, cultural y simbólico (estereotipos, prejuicios, discriminación). Permite que las personas mayores sean activas, vistas y escuchadas.