KARLA BULOVEC MRAK fue una escultora, pintora y escritora eslovena que vivió en tres Estados sucesivos que existieron en el mismo territorio. El Imperio Austrohúngaro, el Reino de Yugoslavia y la República Federativa de Yugoslavia. Karla era una persona testaruda y rebelde, lo que le causó muchos problemas e, independientemente del Estado, siempre fue marginada. Tenía una buena formación, pero decidió ser, no profesora, sino escultora, lo que no se ajustaba a las expectativas sociales. En 1917 abandonó la jaula de la pequeña ciudad provinciana de Liubliana y se fue a Múnich, Viena, Praga y París, donde se sintió relativamente liberada de las cadenas sociales. Participó en exposiciones conjuntas con famosos artistas eslovenos y europeos en distintos países de Europa. Sin embargo, sus exposiciones independientes fueron muy criticadas.
Se la miraba con desprecio porque fue pobre la mayor parte de su vida y no se ajustaba a las normas sociales. Todavía hoy los textos sobre ella y su obra comienzan con “Karla Bulovec estuvo casada con Ivan Mrak”. Del mismo modo, en Francia, la socialmente perturbadora Simone de Beauvoir era a menudo referida como la compañera de Jean Paul Sartre, Karla no se refería a sí misma. Su marido aceptaba su singularidad y la comprendía, pero él mismo estaba marginado social, política y profesionalmente. Aunque luchaba por el reconocimiento público, Karla no abrazaba la causa de las mujeres. Tras la Segunda Guerra Mundial, el nuevo gobierno desconfiaba de los artistas, a los que no podía controlar como a los trabajadores industriales. La “bohemia socialista”, a la que pertenecía Karla, estaba al margen de la sociedad.
Pasando por alto las convenciones sociales relativas a hombres y mujeres, Karla fue duramente criticada e incomprendida durante toda su vida. No se ha escrito ni producido nada importante sobre ella, salvo algunos artículos científicos y una película titulada Ivan y Karla.