Escritora, feminista, diputada, políglota y socialista que se opuso a la pena de muerte y a la prostitución legal. Abogó por la educación, el trabajo y la igualdad de derechos de las mujeres en España. Una mujer muy abierta y visionaria que tuvo que pagar un alto precio impuesto por su género.
María Lejárraga procede de la región de La Rioja de una familia de clase media económicamente estable. Pudo recibir una buena educación y se convirtió en maestra. Durante su carrera docente descubrió su pasión por la escritura. Tenía mucho talento y estaba dispuesta a compartir sus ideas e historias con el mundo. Pero ahí se topó con un gran obstáculo. A principios del siglo XX, ser escritora se consideraba un trabajo inmoral, especialmente para una educadora. Si se hubiera arriesgado a cumplir sus objetivos, podría haber perdido su trabajo de profesora. Encontró una solución a este problema en su matrimonio, publicando sus obras con el nombre de su marido. Así, ella escribía y esperaba en casa y él era quien recibía los elogios y aplausos en los estrenos de las obras. Antes de morir, su marido confirmó los rumores que circulaban en los círculos teatrales de que ella era la verdadera autora de sus obras.
Un momento doloroso en la historia de su vida fue cuando su marido la engañó tras 20 años de matrimonio y la dejó por una joven y famosa actriz. A pesar de la separación, la pareja nunca se divorció, ya que no estaba permitido. Lo más asombroso es que María siguió escribiendo las obras con las que triunfaba su marido durante más de una década. Tras la Guerra Civil tuvo que huir de España y terminó su vida en Argentina. Cuando murió su marido, en 1947, su hija reclamó a su padre los derechos de autor. La situación económica de María en el exilio era muy dura, y fue el momento en el que comenzó a publicar con su nombre, pero aún utilizando el apellido de su marido: María Martínez Sierra. En sus memorias «Gregorio y yo» reveló su colaboración. Con esta obra sale por fin de la sombra y de décadas de silencio, aunque de forma muy tímida.