Nacida en Loulé, ingresó en la Escuela de Bellas Artes para estudiar pintura. Por motivos familiares interrumpió sus estudios y estuvo en Brasil durante 2 años, donde presenció el nacimiento de la ciudad de Marília, trabajando con el ingeniero belga que dirigió la obra. Influida por esta experiencia, a su regreso a Lisboa se matriculó en Arquitectura, donde, en 1942, recibió el premio a la «mejor estudiante de Arquitectura». Así surgió la primera mujer arquitecta portuguesa. Sin embargo, y a pesar de ser considerada la mejor estudiante, no pudo entrar en el mundo laboral porque las mentalidades de la época no podían creer que una mujer fuera capaz de hacer un proyecto viable. Incluso en los periódicos había caricaturas de ella burlándose de su elección profesional. Todo era tan difícil que comenzó a dedicarse a la decoración de interiores y a la fabricación de muebles. De forma gratuita, creó una sección sobre estas áreas en la revista M&B e impartió clases de dibujo y pintura en la prisión de Linhó. Se presentó a las oposiciones a cátedra y fue profesora en dos institutos. Y en el Instituto Odivelas. Perteneció a la junta del Consejo Nacional por la Paz (sección de desarme). En 1977 fue elegida miembro del Consejo Nacional del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM), quedando ligada para siempre a la historia de la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres, y permaneció allí mientras su salud se lo permitió. Colaboró en la organización de exposiciones relacionadas con la actividad política de las mujeres democráticas y participó en los Congresos de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDI) en Praga, Finlandia y la URSS. Nunca se reivindicó como feminista, pero a la causa de la emancipación de la mujer entregó gran parte de su esfuerzo, inteligencia y sensibilidad, por lo que la WDM le concedió, en 1992, la Distinción de Honor del año. Su nombre forma parte de la toponimia de 3 ciudades donde está escrito «Rua Maria José Estanco. Arquitecta y profesora de instituto 1905-1999».